Germán Arciniegas hace en Nuestra América es un Ensayo una sugerencia fascinante: la historia de Latinoamérica ha servido como terreno experimental para el enfrentamiento de tesis políticas. Casi a la manera del “mercado de ideas” gringo, nuestra vida colectiva desde la independencia ha sido la encarnación de un ensayo. Hemos vivido argumentos, recorrido sus consecuencias y sufrido sus refutaciones. En Latinoamérica, donde lo que estaba hecho fue destruido por la colonia y lo demás falta aún por hacer, la vida se volvió escenario. Somos una novela de ideas. Somos un ensayo que ha tomado forma física. Tal como los maestros de escritura de ficción recomiendan usar la trama como vehículo para dramatizar el conflicto entre las posiciones de los personajes, la historia latinoamericana ha expuesto, contrastado y sometido a prueba las variadas filosofías políticas que han pasado por aquí. Hemos sido ensayo en el sentido más literal: aquí se ha intentado de todo. Hemos sido un ejercicio retó
Imaginando la Colombia del futuro y tratando de construirla hoy.