Luego de que el huracán Harvey dejó inundadas varias ciudades de Texas, la Ministra de Relaciones Internacionales de Quebec, Christine St-Pierre, llamó al Secretario de Estado de Texas, Rolando Pablos, para ofrecer personal de rescate y suministros humanitarios. ¿Qué respondió el texano? No, gracias. En lugar de enviarnos expertos, cobijas e implementos de higiene, más bien recen por nosotros. Este tipo espera que el mismo dios que no impidió el huracán les resuelva ahora la crisis en que quedaron. Con un proceder tan autodestructivo uno normalmente llamaría para que hicieran una intervención psiquiátrica. El problema es que no solo este hombre va a padecer: por su decisión van a sufrir miles de texanos.
Imaginando la Colombia del futuro y tratando de construirla hoy.