Finalmente la OEA dio el paso que la historia le estaba pidiendo: recurrir a la Carta Democrática para hacer entrar en razón al régimen venezolano y tratar de mitigar en algo la desintegración autoinfligida del país. Se estaban demorando, pero hay que considerar que el informe que Almagro presentó tiene 132 páginas, lo cual nos da una idea de cuánto tiempo llevaba preparando este proceso. Por supuesto, las voces del chavismo descalificaron la medida como un irrespeto , una jugada de la derecha para abrir las puertas a la intervención extranjera, una triquiñuela de la oposición para derrotar a Maduro, "que abre un capítulo de nueva arremetida contra la nación suramericana," etcétera. Chávez repitió ese discurso todo el tiempo y ya nos lo sabemos. Con todas las veces que advirtió sobre complots para asesinarlo, nunca mostró pruebas. Maduro heredó el mismo vicio de ver saboteadores en todas partes y no vale la pena escuchar sus protestas vacías. Lo que debemos hacer es ...
Imaginando la Colombia del futuro y tratando de construirla hoy.