El candidato presidencial Humberto de la Calle quiere crear un Ministerio de la Mujer, una propuesta que sin falta se oye cada vez que hay campaña. Uno preferiría algo de agenda más amplia y más potente, como un Ministerio de Minorías o un Ministerio de Igualdad, pero hay que trabajar con lo que hay. A Samper lo obsesionó crear el de Cultura y dio batalla con ese ministerio hasta que se lo dieron. Yo lo fusionaría con Educación, pero yo no soy presidente. Y no por querer fusionar admitiré que me empaquen en la misma bolsa ese fusionador obsesivo que fue Uribe.
Las principales innovaciones de Uribe en el manejo de ministerios fueron dos: el Ministerio de la Adición Innecesaria del Artículo Definido en los Nombres de Ministerios (durante la época de Uribe, cada vez que oía a un reportero hablar del Ministro de la Protección Social me daban ganas de aplastar el radio) y, por supuesto, el Ministerio de la Elaboración de Nombres de Ministerios Demasiado Largos y Fatigosos de Decir. En ese último terreno, como en muchos, Uribe se da la mano con el chavismo: allá tienen el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno. Me encantaría ver el tamaño de sus tarjetitas de presentación.
Tal como decía Joe Biden (vicepresidente de Obama) que los presupuestos son declaraciones morales, porque expresan el orden de prioridades de un gobierno, la organización de los ministerios sirve también para hacerse una idea de qué cosas le importan a un país. Me puse a mirar los ministerios del vecindario y armé una tablita de equivalencias, con datos actualizados hasta mayo de 2018 (en mi nunca humilde opinión, las tablas de Word son infinitamente mejores que las de Excel para esta clase de tareas):
La imagen se puede descargar abriéndola en una pestaña nueva o haciendo clic aquí. De este ejercicio se me ocurre lo siguiente:
Las principales innovaciones de Uribe en el manejo de ministerios fueron dos: el Ministerio de la Adición Innecesaria del Artículo Definido en los Nombres de Ministerios (durante la época de Uribe, cada vez que oía a un reportero hablar del Ministro de la Protección Social me daban ganas de aplastar el radio) y, por supuesto, el Ministerio de la Elaboración de Nombres de Ministerios Demasiado Largos y Fatigosos de Decir. En ese último terreno, como en muchos, Uribe se da la mano con el chavismo: allá tienen el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno. Me encantaría ver el tamaño de sus tarjetitas de presentación.
Tal como decía Joe Biden (vicepresidente de Obama) que los presupuestos son declaraciones morales, porque expresan el orden de prioridades de un gobierno, la organización de los ministerios sirve también para hacerse una idea de qué cosas le importan a un país. Me puse a mirar los ministerios del vecindario y armé una tablita de equivalencias, con datos actualizados hasta mayo de 2018 (en mi nunca humilde opinión, las tablas de Word son infinitamente mejores que las de Excel para esta clase de tareas):
- No todo tema merece un ministerio. Venezuela y Bolivia tienen uno para la planeación, que en Colombia es tema de un departamento administrativo, y Bolivia tiene un ministerio para combatir la corrupción, que en Colombia es tema de agencias independientes (de hecho, preocupa muchísimo que en Bolivia la entidad que combate la corrupción esté bajo el control del presidente).
- Es muy nebuloso el significado de "Interior". En Colombia es el mismo ministerio que antes se llamaba de Gobierno, pero en Argentina se dedica a la infraestructura, y en Chile es el responsable de la policía. Algo parecido pasa en Estados Unidos: su Departamento del Interior administra las tierras de propiedad del estado, algo que solo tiene equivalente en Chile con el Ministerio de Bienes Nacionales.
- Mientras que Uruguay y Paraguay manejan una parsimonia de ministerios que haría orgulloso a Uribe, Venezuela es una pesadilla burocrática: tiene dos ministerios de educación y cuatro de agricultura. Pero tanto Bolivia como Chile tienen dos ministerios de gobierno, así que todos somos un poquito culpables.
- Dependiendo del país, la seguridad social queda unida con la salud o con el trabajo. Uribe metió las tres cosas en la misma bolsa y dejó abandonadas las tres. ¿Será esa la fórmula fatal?
- Nadie sabe en qué bolsa van las tecnologías digitales. Argentina las une con la industria, Venezuela con la educación y Bolivia con las obras públicas.
- Tampoco queda claro quién debe manejar la relación entre el gobierno y las iglesias. En Colombia ese tema le corresponde al Ministerio del Interior, en Ecuador al de Justicia, y en Argentina, por alguna razón, al de Relaciones Exteriores. Perú tiene un ministerio para las poblaciones vulnerables, pero no está claro si cubre las minorías religiosas.
- ¿Alguien me puede decir por qué Colombia eliminó su Ministerio de Obras Públicas?
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