Mi averiguación sobre las cosas que comen los filipinos al desayuno arroja distintas combinaciones posibles de: rollitos de pan, queso blanco, arroz achocolatado, longaniza, tocino, pescado, huevos de pato y café. Todo suena razonable. Nada de escorpiones, cobras ni pirañas. ¿Entonces por qué les dio a los filipinos por la locura de poner en la presidencia a un matón tan sanguinario como Rodrigo Duterte? Para darles una idea: antes de graduarse como abogado, le disparó a un compañero de clase que lo matoneaba. De todos modos alcanzó a graduarse (y el compañero sobrevivió). La solución de Duterte a todos los problemas de la vida es matar gente. Cuando fue alcalde de Davao, aparecía con frecuencia en la radio para leer listas de nombres. Más tarde esas personas aparecían asesinadas. En la ciudad se formaron escuadrones de la muerte, dirigidos por policías y expolicías, que mataron con impunidad a más de mil personas entre 1998 y 2008. Cuando 16 presos fugados tomaron como rehe...
Imaginando la Colombia del futuro y tratando de construirla hoy.